#News #Gloria #Santiago | Todos miran a Gloria Trevi

Estuvo en el palenque de Texcoco, pero no para echar gallo, sino para cantar, brincar y cambiar de vestuario, conquistando a sus fans aunque los haya mojado.

CIUDAD DE MÉXICO, 17 de abril.- El arrastre y el exitoso momento por el que pasa la carrera de Gloria Trevi quedó de manifiesto la noche de este viernes en su presentación en la Feria Internacional del Caballo Texcoco 2011.

A pesar de que los presagios no eran alentadores, luego de que otras salas en este recinto han tenido muy poca afluencia debido a la ola de inseguridad que azota la zona, la regiomontana logró que el palenque se abarrotara.

Ni el frío nocturno ni la pertinaz lluvia fueron obstáculos, para que cuatro mil personas se apostaran en el recinto para disfrutar de sus temas.

Después de más de cinco horas de apuestas y de peleas de gallos, el público mostró su impaciencia de diversas formas para que su Gloria apareciera en el redondel, que fue cubierto por unas lonas para tapar la sangre y los vestigios de las aves que perdieron la vida en sus encuentros.

Gloria llegó, acompañada de su esposo Armando Gómez, poco antes de la medianoche lista a entregarse por completo a su público.

“Estoy muy nerviosa. A pesar de los años que tengo en este medio me sigo poniendo nerviosa”, comentó en su camerino en exclusiva a Función.

“Dicen que eso es bueno, pero la verdad se siente bien gacho”, remató con su peculiar estilo.

Gloria comentó que a pesar de la carga de trabajo que tiene en estos momentos, trata de dejar a la artista sobre el escenario para ponerse en su personalidad de madre y ama de casa.

“Me doy mi tiempo para meterme a la cocina y preparar unos huevitos”, bromeó con su actitud desenfadada.

Esa misma personalidad que muestra en el escenario y con el cual convenció desde que apareció frente a su público acompañada de ocho bailarines, cinco músicos y tres coristas.

Ni los elementos de seguridad del lugar distribuida en las distintas entradas ni la de Gloria ubicada dentro del redondel fueron obstáculo para que el público bailara y cantara durante las casi dos horas que duró el espectáculo.

Nada la opacó

A pesar de los problemas que tuvo la cantante con los micrófonos y de que el sonido no se escuchaba bien, Gloria causó el delirio, la emoción, los gritos e incluso las lágrimas de algunos a lo largo de la noche.

Con temas como Gloria, Brincan los borregos y Con los ojos cerrados inició la noche.

Por supuesto que no podían faltar los clásicos temas “que son mi historia, musicalmente hablando”, como Pelo suelto y Zapatos viejos, Papa sin catsup, Agárrate, Ángel de la guarda y Un día más.

Contrario a lo que se pudiera pensar por su actitud despreocupada, la ahora rubia se distingue por montar cada uno de sus temas, con coreografías especiales, participación con el público y constantes cambios de vestuario.

Lo mismo se le vio subida al aro que delimita el redondel, que mezclada entre el público, o bien tirada en el piso, que bailando al ritmo y con los pasos de sus atractivas bailarinas.

A Gloria no le importó hacer lo que sea para cautivar a su público. Por lo mismo visualmente de un vestido dorado y escotado del frente, acompañada de unas largas botas negras, que pasar por una coqueta minifalda o un traje español, con mantilla incluida, que un traje que simulaba a una reggaetonera o bien un atuendo de boxeadora, con todo y guantes.

Pero sólo ella se atreve a mojar al público con una botella de agua mineral o con grandes pistolas de agua. Sus admiradores se lo permiten y se lo festejan.

Además de sus éxitos de antaño también incluyó en su espectáculo temas que ya convirtió en populares y que forman parte de su nueva etapa, como Todos me miran, Me la paso bailando, Teresa y por supuesto Cinco minutos.

Para rematar la noche y después de que el público seguía festejando la fiesta en la que se encontraban con brindis por doquier, Gloria interpretó Dr. Siquiatra, en la que incluso es bañada con pintura como parte de la coreografía antes de abandonar el escenario en los brazos de sus bailarines quienes la atrapan “por estar loca”.

(Excelsior)